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Recorriendo Río Negro

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PASTIZALES

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ESTEROS

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MONTAÑAS

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Preparate la mochila y calzado de trekking. Carpa y mucho abrigo. Piloto para lluvia y botas de goma (bien pero bien lavadas y desinfectadas con lavandina).

Considero que hay 3 formas claves para encontrar plantas carnívoras.

1) Siguiendo el dato de alguien que ya las haya encontrado.

2) Evento fortuito.

3) Buscándolas.

La primera vez que encontré una carnívora en la cordillera de los Andes fue de casualidad. Me había despertado cerca de la cima de un cerro y quería cumplir mis necesidades fisiológicas básicas. Habíamos quedado de acuerdo que esto sería lejos de los cursos de agua ocasionados por los arroyos de deshielo y que tendríamos que usar de baño los bosques de lenga.

Después de la cuestión, a subir al campamento pero esta vez por el arroyito de deshielo.

Y ahí estaban. En ese entonces eran las Pinguicula chilensis (después Oliver Gluch revisando el material cambió el nombre de la especie a P. australandina).

Decenas de Pinguicula australandina en los musgos que crecían entre las rocas humedecidas por el arroyo.

Cazaban poco, no te voy a mentir. Muy poco. Algún mosquito desafortunado perdido en aquel cerro y listo.

Con este encuentro quedó pendiente para una próxima ocasión un relevamiento más exhaustivo (o al menos mayor) en los cerros de Río Negro.

Y así el contacto de una guía de turismo que encontró unas Droseras en Puerto Blest convoca una hermosa segunda expedición.

Fernanda Tazzin (en ese entonces guía de turismo y para siempre, amiga) era medio fanática de las Pinguiculas que habitaban Puerto Blest. Ella guiaba a sus visitantes por la turbera y les compartía todo su conocimiento y sensibilidad. Así es como encuentra algo que no estaba ahí antes y da aviso al equipo de Administración de Parques Nacionales.

Resulta que esta Drosera era una especie exótica invasora, la Drosera rotundifolia. Competía con las carnívoras nativas por luz y alimento. Encima se reproducía muchísimo más rápido (típico del género Drosera). Así es como empieza el primer manejo de una carnívora exótica en un área protegida de Argentina.

Pero volvamos al hallazgo y recordá. NO METAS ESPECIES EXÓTICAS EN UN ÁREA SILVESTRE. MENOS AUN SI ESTÁ PROTEGIDA. Ni plantas carnívoras, ni osos veganos (o lo que fuere). No lo hagas.

Volviendo a las Pinguiculas… resultaba sorprendente que si la Pinguicula australandina crece en cerros pedregosos, se halle presente también en una turbera. El suelo es muy, muy distinto.

Así que fuimos con Victoria Coppini a Puerto Blest a ponerle luz al asunto.

No solo estaba la Pinguicula australandina (lo cual, repito, me parecía sorprendente por las condiciones de hábitat que presenta la Selva Valdiviana) sino que encontramos una Pinguicula distinta… y lo confiezo. Era la Pinguicula que pensé que íbamos a encontrar.

Damas, caballeros y personas no binarias, encontramos Pinguicula antarctica!

Con este hallazgo publicamos el paper “First record of overlap between two species of Pinguicula in the Andean Patagonian forest”.

En criollo sería “Primer registro del solapamiento entre dos especies de Pinguicula en el Bosque andino patagónico”. Si querés leer esta publicación te invito a que revises el área Publicaciones.

¿Encontraste plantas carnívoras en Río Negro y querés aportar al proyecto Carnívoras Argentina?. Contactanos a carnivorasargentina@gmail.com